Día 2/365
"Bienaventurados los que lloran porque serán consolados"
En el Evangelio de San Mateo encontramos las Bienaventuranzas, en el número 5 entre el 3 y el 14, que nos presentan a los que saldrán beneficiados en el Reino de los Cielos.
¿Quién no ha llorado? ¿Quién no ha sufrido?
He elegido está bienaventuranza para mí meditación porque estoy pasando una mala racha y lloro mucho sin motivo aparente.
Es una sensación frustrante que bloquea mi actividad por completo, una necesidad imperiosa de llorar toma posesión de mí e inunda mi ser y mi vida.
Me impide comer, beber, sonreír y meditar.
Me alivió levemente está práctica.